sábado, 9 de mayo de 2009

'Shine a light': Scorsese al servicio de los Stones.

Hace un par de noches pude disfrutar de una buena sesión de música y cine que no voy a dejar de recomendar. Canal Plus estrenó Shine a light, el documental dirigido por Martin Scorsese en torno a un par de conciertos de los Rolling Stones. Tan sólo con la unión de esos dos nombres –Scorsese y Stones– había argumentos más que suficientes para sentarse delante del televisor. La cosa prometía, y no decepcionó. Al menos a mí no me decepcionó, y eso que no soy un incondicional de los Rolling, ni Scorsese es santo de mi devoción; al menos el último Scorsese, que ha rodado pifias mayúsculas y caras como Casino, Gangs of New York o El aviador -salvemos Infiltrados-. Shine a light es una película-concierto, donde los protagonistas son únicamente los Rolling, y no el director como cabía suponer. Scorsese demuestra que conoce a la perfección a la banda, escanea cada movimiento, cada guiño de los músicos, en dos horas de cinta. Dos horas que se te hacen cortas.
Shine a light fue filmada durante la gira de A Bigger Band (2006), en dos directos de los Rolling en el Beacon Theater de Nueva York, un escenario más reducido e íntimo que los que suele frecuentar el grupo. Escenario, además, de ópera, que viene a ilustrarnos de alguna manera lo “clásicos” que son Jagger, Richards y compañía. El ambiente, por tanto, es el idóneo, y la calidad del sonido, inmejorable -ahora echa uno de menos no haberla visto en el cine-. Los Rolling están a la altura y a la realización no se le escapa un detalle. Por el escenario circulan, además, varios invitados, entre ellos Christina Aguilera -cómo le gusta a Jagger el roce- y Buddy Guy, que sostiene un punteo genial con Keith Richards en ‘Champagne and Reefers’.
El montaje de Shine a light es prácticamente el de un vídeo-clip, con la excepción de estar intercalado por imágenes de archivo. En éstas aparece un Mick Jagger joven, en los años sesenta, entrevistado cuando apenas llevaba cinco años con los Rolling. En uno de los cortes, el periodista le pregunta sobre el futuro de la banda y Jagger le responde que se veía apenas un año más junto a ellos. Y lo dice con total naturalidad, sin asomo de presunción. Cuarenta años después y con más de veinte discos publicados, el grupo sigue tan fresco, con tanta o más vitalidad que muchos de los adolescentes que surgen, que versionan sus temas y que se apagan en un par de chispazos. Estoy seguro de que Shine a light se recordará cuando pase un tiempo, como un monumento tallado por Scorsese al servicio de los Stones. Como las efigies antiguas, servirá para rendir homenaje a unos genios. Pero, sobre todo, servirá para demostrar que, a veces, en casos insólitos, el tiempo se detiene y la música sigue sonando.

2 comentarios:

  1. ¿Por qué te parecen "pifias" películas como Gangs of New York? Yo creo que es una gran película sobre la construcción -mirada algo mítica y exagerada, eso sí- de una ciudad multirracial, megalómana y globalizada.

    ResponderEliminar