En la época del “revival”, cada guiño al pasado se convierte en una excelente oportunidad para hacer negocio. Imitar imágenes o sonidos que están en el imaginario popular suele ser sinónimo de beneficio. Esa lección la tiene bien aprendida la industria discográfica, que aprovecha cualquier gesto de sus grupos de masas para hacer caja. El caso más reciente y sonado ha sido el de U2, que el pasado viernes 27 presentó su último álbum, No line on the horizon, subido a la azotea de un edificio céntrico de Londres. La escena es bien reconocible y repetida, pero sigue generando dividendos. Sólo hay que comprobar la difusión que ha tenido la noticia en medios de todo el mundo. Según las crónicas, la banda australiana ofreció un miniconcierto (tres canciones del nuevo disco y las ya clásicas “A beautiful day” y “Vertigo”) para los viandantes londinenses, justo enfrente de la sede de la BBC (¡qué casualidad!). Llegaron a congregar a 5.000 espectadores, que, supuestamente, no esperaban el acontecimiento.
La idea de U2 no es original, claro está. Hace cuarenta años los Beatles decidieron hacer un directo sobre el edificio de su discográfica, Apple Records, en el número 3 de Saville Row. Aquella actuación improvisada se convirtió en la última presencia del grupo en público. Por aquellas fechas (30 de enero de 1969), los Beatles estaban ultimando la grabación de Let it be y veían de cerca el final de la banda. Como un gesto de “locura”, pero también de agradecimiento a su público, subieron al tejado de la “calle de los sastres” y tocaron durante 42 minutos cinco temas emblemáticos: ‘Get back’, ‘Don´t let me down’, ‘I´ve got a feeling’, ‘One after 909’ y ‘Dig a pony’. Orquestaron el directo con dos cámaras, que filmaron desde la azotea y en la calle el evento. Sólo hay que ver las reacciones de sorpresa de la gente y compararlo con lo que se vio ayer en Londres… No hay color: es la distancia que va entre el original y la copia. Después del memorable “concierto de la azotea” de los Beatles, han sido cientos los grupos que han imitado la escena. Se puede comprobar en incontables videoclips, con tomas desde helicópteros. Y se puede ver también en un capítulo de los Simpsons (genial homenaje), con el cuarteto de Homer despidiéndose desde el tejado del bar de Moe.
La idea de U2 no es original, claro está. Hace cuarenta años los Beatles decidieron hacer un directo sobre el edificio de su discográfica, Apple Records, en el número 3 de Saville Row. Aquella actuación improvisada se convirtió en la última presencia del grupo en público. Por aquellas fechas (30 de enero de 1969), los Beatles estaban ultimando la grabación de Let it be y veían de cerca el final de la banda. Como un gesto de “locura”, pero también de agradecimiento a su público, subieron al tejado de la “calle de los sastres” y tocaron durante 42 minutos cinco temas emblemáticos: ‘Get back’, ‘Don´t let me down’, ‘I´ve got a feeling’, ‘One after 909’ y ‘Dig a pony’. Orquestaron el directo con dos cámaras, que filmaron desde la azotea y en la calle el evento. Sólo hay que ver las reacciones de sorpresa de la gente y compararlo con lo que se vio ayer en Londres… No hay color: es la distancia que va entre el original y la copia. Después del memorable “concierto de la azotea” de los Beatles, han sido cientos los grupos que han imitado la escena. Se puede comprobar en incontables videoclips, con tomas desde helicópteros. Y se puede ver también en un capítulo de los Simpsons (genial homenaje), con el cuarteto de Homer despidiéndose desde el tejado del bar de Moe.
Ya ven: unos escriben la historia y otros se limitan a repetirla.
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